El Señor dirige nuestros pasos, entonces, ¿por qué tratar de entender todo lo que pasa? Proverbios 20:24
De este proverbio podemos aprender a soltar la necesidad de tener todo bajo control. Al ser humano le fascina controlar su propia vida, y saber exactamente lo que va a pasar.
Sin embargo, Dios no quiere que vivamos de ese modo. Nosotros no podemos tener el control de todo, y por eso muchas veces sentimos frustración. De modo que es momento de cederle el control a Dios.
Para cual debemos desarrollar una confianza absoluta en él, sabiendo que Dios conoce perfectamente por donde debemos caminar. De hecho si encomendamos a él nuestros pasos, tenemos la garantía de que él mismo se encargará de allanar nuestro camino. Lo cual significa que él quitará las montañas y permitirá que nuestro pisadas sean mucho más ligeras.
Si él nos dirige, él es quien está a cargo, a nosotros nos corresponde simplemente dejarnos llevar por su espíritu. De hecho, este mismo proverbio, en la versión Reina Valera 2015 dice “¿Cómo podrá el hombre, por sí solo, entender su camino?”
Esa traducción me parece mucho más clara, porque nos deja ver que solo Dios nos da entendimiento de nuestro propósito. Sin Dios andamos sin rumbo fijo, sin dirección. Pero él nos muestra por donde andar, para que su propósito eterno se cumpla en nosotros.
Oración: Amado Dios, en ti tengo propósito. Hoy reconozco que Jesús es mi camino, así que te cedo el control, y decido andar confiado por donde tú me direcciones para caminar.