Como cristianos muchas veces hemos orado diciendo “si es tu voluntad”, y creemos que hacemos bien al decir está frase, pues nos parece bíblica. Sin embargo, hablando desde mi propia experiencia, cuando usaba esta frase, en realidad estaba ocultando mi incredulidad. Pues no tenía total seguridad de que mi oración sería respondida.
Así que al decir eso, le pasaba toda la responsabilidad a Dios. Entonces, si no sucedía lo que oraba, asumía que Dios no quería que sucediera. Y estoy hablando de oraciones sobre temas acerca de los cuales, la voluntad de Dios es explicita. Pero doy gracias a Dios, que estudiando su palabra pude ver que todo lo que pida acorde con la biblia es su voluntad.
La Oración Debe Coincidir Con La Biblia
Hay muchas cosas importantes sobre la oración, pero este es el fundamento más transcendental que debemos saber: La oración necesita estar basada en la biblia. La razón de esto es que las escrituras nos revelan la voluntad de Dios. Por lo tanto, si oramos conforme a la biblia, no va a caber duda alguna de que estamos orando de acuerdo a su voluntad.
«Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.» 1 Juan 5:14-15
De manera que al orar fundamentados en su palabra, tenemos total certeza que Dios nos oye y nos da lo que pedimos, pues él es fiel a su palabra. Cielo y tierra pasará, pero su palabra permanecerá. Por lo tanto, al orar bíblicamente, preparamos el terreno para que su voluntad se haga en la tierra.
«Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.» Juan 15:7
La palabra de Dios es nuestro fundamento sólido. Ahí está declarado lo que Dios quiere de nosotros y para nosotros. Su palabra es vigente, real e infalible, por lo tanto si estamos arraigados a ella, nuestras peticiones son concedidas.
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Conocer la biblia borra la incredulidad
Al inicio de este blog, les comentaba que cuando yo decía “si es tu voluntad”, en realidad estaba maquillando mi incredulidad, y caí en cuenta de esto al estudiar lo que la biblia enseña de la oración.
Entonces, comprendí que las veces que mis oraciones no fueron respondidas, no fue porque Dios no quería. Sino más bien, porque yo no había entendido que la voluntad de Dios no es misteriosa, sino que está revelada en las escrituras.
Te doy un ejemplo, en la biblia vemos a un Jesús dispuesto a sanar, que incluyó la sanidad en la gran comisión. Sin embargo, al orar por sanidad decía “si es tu voluntad sáname”. Cuando en realidad, su palabra me muestra que sí es su voluntad.
Lee 6 escrituras para disfrutar de la sanidad divina
Todo el ministerio de Jesús estuvo rodeado de sanidades milagrosas. De hecho, al final de su ministerio terrenal le encomienda a sus discípulos seguir este legado «Y estas señales seguirán á los que creyeren: sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.» Marcos 16: 17(a)-18(b)
Por lo tanto, esto demuestra que su voluntad es la sanidad. Pero yo no comprendía que lo que Dios dispuso en su palabra, también está disponible para mí. En consecuencia, pedía con duda y no veía muchos resultados.
Orar bíblicamente te da seguridad
Algunas oraciones escriturales que puedes hacer
«Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento. Quien es así no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; es indeciso e inconstante en todo lo que hace.» Santiago 1:6-8
La fe comienza cuando la voluntad de Dios es conocida. De modo que cuando conoces la biblia, y te aseguras de la voluntad del Señor, puedes pedir con confianza pues estás seguro de que lo que pides se te dará.
Así que mi intención es que sepas que si tienes dudas acerca de la voluntad de Dios sobre algo, abre tu biblia, y pídele al espíritu santo que te revele su voluntad a través de su palabra. Te aseguro que Dios no se olvidó de ningún tema en la biblia.
Todo su consejo está en las escrituras, de manera que una vez encuentres lo que Dios dice acerca de tu petición. Ve y presenta tu caso ante él, ora de acuerdo a su palabra, no dudes en nada, y ten la confianza de que al orar escrituralmente recibes tus peticiones, y puedes disfrutar la abundante vida en Cristo.