En la casa del justo hay tesoros, pero las ganancias del perverso le acarrean dificultades. Proverbios 15:6
Qué bueno es saber que cuando estamos en Cristo somos llamados justos, y la bendición de Dios está sobre nosotros. Que excelente noticia es que la bendición de Dios enriquece y no añade tristeza.
Es por esta razón, que este proverbio nos habla de que en la casa del justo hay tesoros, en cambio los injustos aunque tengan ganancias, estas representan dificultades para ellos.
Esto me hace recordar el salmo 37, allí David nos anima a no envidiar los hombres que siendo malos prosperan, y nos recuerda que a pesar de sus posesiones ellos serán destruidos.
Así que confía en el Señor, no envidies a quienes sin conocer a Dios, han prosperado. Recuerda que tú tienes un tesoro mayor, Jesús mismo es tu tesoro. Él es más valioso que cualquier posesión terrenal, pero además es el dueño de todo.
De tal manera que no tengas afán por enriquecerte, eso te puede desviar del camino. Más bien enfócate en Jesús, él es tu bendición y además fue quien se hizo pobre para que pudieses ser enriquecido.
Por lo tanto, cree y confía que en tu casa hay bendición, que Dios te provee todo cuanto necesitas, y que la bendición que tú tienes no te acarrea ninguna dificultad porque viene del único y sabio Dios.
Oración: Señor Jesús te doy muchas gracias porque me has hecho justa/o, y yo creo, como dice tu palabra, que en mi casa hay tesoros, bienes y riqueza. Además, te reconozco como mi mayor bendición y sé que tú eres todo lo que necesito.