Los perezosos ambicionan mucho y obtienen poco, pero los que trabajan con esmero prosperarán. Proverbios 13:4
¿Qué deseos tienes y qué has hecho para conseguirlos? Este proverbio no es difícil de entender. Es muy claro que debemos ser diligentes.
El Señor nos ha dado grandes y maravillosas promesas, pero quizás no las estamos viendo porque hemos sido perezosos en actuar conforme a la palabra.
Debemos ser hacedores y no solo oidores de la palabra. Tenemos que actuar de acuerdo a la escritura, movernos en fe. La fe es acción, no solo es creer en el corazón, sino actuar de acuerdo a ello.
No podemos seguir siendo perezosos en cuanto a las promesas del Señor. Si queremos ver los resultados debemos trabajar con esmero en hacer su palabra, pues él no miente y sí o sí obtendremos los resultados.
Oración: Dios, te doy gracias por tu palabra. Yo creo que cada promesa que me has dado es sí y es amén por medio de Cristo Jesús. Así que ayúdame a ser diligente en actuar de acuerdo a lo que tú has hablado. En el nombre de Jesús.