Los perversos huyen aun cuando nadie los persigue, pero los justos son tan valientes como el león. Proverbios 28:1
Quienes hacen lo malo se preocupan de que alguien los atrape, aunque no haya nadie queriendo atraparlos, ellos siempre se sienten perseguidos.
Pero los que estamos en Cristo estamos seguros, confiados como un león. Sabiendo que no hay nadie que nos acuse, que estamos libres de culpa, y no porque seamos perfectos. Sino porque Jesús ya pagó nuestra culpa, y nos declaró inocentes.
Ya no hay culpabilidad en nosotros pues fuimos rescatados, lavados, perdonados, y tenemos una nueva vida a través de la cual damos gloria a Dios.
Lee acerca de la justificación dando clic aquí.
Así que tú que has sido justificado por Jesús, no estés temeroso, no te sientas más culpable ni acusado, pues al venir a sus brazos, fuiste perdonado.
No hay quien pueda acusarte ni señalarte, porque Dios mismo te perdonó, y ahora puedes estar tranquilo, sin temor alguno porque Dios mismo es tu defensor.
Oración: Amado Señor, te doy gracias por tu sangre que me lavó, yo creo que por la fe en Cristo yo fui justificado/a, yo no temeré nada porque en ti estoy seguro/a. Te alabo mi buen Dios, pues me has rescatado y no hay quien pueda acusarme.
¡Dar es mejor que recibir! Da clic aquí para aportar en este ministerio. Toda donación será usada para mejorar los equipos de Abundante Vida en Cristo y llevar el evangelio a más personas.