Millones de personas alrededor del mundo, le dicen Señor a Jesús. Algunos lo hacen por tradición, otros por cuestión de religión, pero muy pocos lo llaman Señor reconociendo su señorío.
Así que, una cosa es decirle Señor a Jesús solo de labios, y otra muy distinta es decirle Señor a Jesús, a través de nuestras vidas. Por eso te quiero invitar a estudiar conmigo El Señorío de Jesucristo.
Por esta razón, empecemos por saber que significa la palabra Señor, y para esto debemos conocer que el nuevo testamento fue escrito en griego, así que “Señor” tiene su origen en la palabra griega Kyrios, la cual se refiere a un amo, dueño, o a alguien que tiene autoridad.
Entonces, teniendo en cuenta lo anterior, cuando en el nuevo testamento lees que Jesús es el Señor (Kyrios), debes entender que está diciendo que Jesucristo es el amo y dueño.
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Veamos porqué Jesús es Señor.
Hoy en el pueblo del rey David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Lucas 2:11
Jesucristo es el Señor desde siempre, y cuando nació en cuerpo de hombre, siguió siendo el Señor, nuestro salvador. Así que, veamos las razones bíblicas para esto:
1.Jesús nos creó:
Colosenses 1:16 explica que todas las cosas fueron creadas por él y para él. Así que tú existes gracias a Jesús y la razón de tu existir es que vivas para él.
2. Jesús nos sustenta:
Colosenses 1:17 afirma que gracias a Cristo, todas las cosas subsisten. Es decir, él es quien te sostiene, tal como afirma Hebreos 1:3 declarando que Jesús sustenta todo, por medio del poder de su palabra.
3. Jesús nos compró:
Romanos 6:16 explica que las personas son esclavas de quien obedecen. En ese sentido, cuando Adán obedeció al diablo, le hizo a él su señor, por eso toda la humanidad estaba bajo la esclavitud de satanás.
Por lo cual, era necesario un rescate. Y esto fue lo que hizo Jesús, nos compró para él, rescatándonos de la condición que habíamos heredado de Adán. Así que, 1 Corintios 6:20 dice que hemos sido comprados por un gran precio, el cual fue la sangre de Cristo, y ahora le pertenecemos.
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Entonces, ¿Qué significa decir que Jesús es tu Señor?
Significa que reconoces que él es el dueño de tu vida y quien tiene autoridad sobre ti. Es negarte a ti mismo, para no hacer más lo que tú quieres, sino que empiezas a hacer lo que tu Señor te dice que hagas.
Por ello, Jesús es tu Señor cuando decides a hacer las cosas a su manera, dejando el orgullo a un lado, y tomando la decisión de desechar todo lo que antes considerabas bueno, y empezar ahora a hacer la voluntad de Dios.
Serás salvo si reconoces abiertamente que Jesús es el Señor y si crees de todo corazón que Dios lo levantó de la muerte. Romanos 10:9
Para confesar con tu boca que Jesús es el Señor, se requiere primero que creas con todo el corazón que él resucitó, y que por eso él es digno de ser el dueño de tu vida.
¿Por qué no es suficiente con solo decir «Señor, señor»?
¿Por qué me llaman: “Señor, Señor”, y no hacen lo que les digo? Lucas 6:46
En Lucas 6:46 Jesús amonesta a quienes lo llamaban Señor, pero aun así lo desobedecían. Esto mismo aplica para nosotros. Es contradictorio decirle Señor a Jesús, y vivir en sentido opuesto a su palabra.
Por eso, cuando Jesús es tu Señor, has tomado la determinación de obedecerlo, esto no quiere decir que seas perfecto y sin errores, pero sí estás dispuesto a crecer a diario, dejándote corregir por Jesús, y haciendo los ajustes necesarios para parecerte más a él.
No todo el que afirma que yo soy su Señor entrará en el reino de Dios. Sólo entrará el que obedezca a mi Padre que está en el cielo. Mateo 7:21
Muchos llaman Señor a Jesús, pero no todos ellos son salvos, porque no se trata solo de un acto verbal. Sino que se trata de reconocer que él es el dueño y vivir para servirle, honrarle y obedecerle.
Esto no significa que seas salvo por como vivas, pues eres salvo por gracia. Y es esa salvación, la que te ha provisto de lo necesario para que vivas de acuerdo a la palabra de Dios.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Efesios 2:8-10
Como resultado, cuando haces a Jesús tu Señor, la gracia te capacita para que vivas en orden a los mandatos de tu dueño.
Y al entender el Señorío de Jesús empiezas a vivir conforme al plan de Dios para ti, disfrutando la abundante vida en Cristo.
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Haz esta oración conmigo, proclamando el Señorío de Jesús:
Señor Jesús, yo he decidido hacerte el Señor de mi vida, ahora entiendo que tú eres mi dueño, y por lo tanto de ahora en adelante tú eres quien dirige mis pasos. Así que te agradezco porque soy hechura tuya, creada en Cristo Jesús para hacer las buenas obras de mi buen Señor.
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