Dios nos amó tanto que ha dado a su hijo unigénito para que todo el que cree en él, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16). Es decir, el amor de Dios hacia ti fue tan grande, que lo motivó a dar a su hijo, para salvarte.
Por tanto, Dios te ama, y su amor no se compara al amor de los hombres, no es un amor condicional, ni pasional. De hecho, la palabra griega usada para el verbo amar, en Juan 3:16, es AGAPAO, la cual describe un amor absolutamente incondicional, un amor por elección.
Esta definición de AGAPAO, nos aclara que Dios nos ama porque decidió hacerlo, él no tenía que amarnos, y aun así decidió darnos su amor. Además de esto, AGAPAO también indica benevolencia y buena voluntad, buscando así, el bien más elevado para el ser amado.
En este sentido, el hecho de que Dios te ama significa que él desea solo lo mejor para ti. Por eso, en muestra de su buena voluntad, él ha entregado su hijo, con el fin de que tu vida no se pierda, sino que por medio de Jesús, tengas vida eterna a su lado.

Dios te amó primero
Dios fue quien tomó la iniciativa de amarte, a pesar de tus fallas y pecados. Es más, el gran amor de Dios no necesitó afinidad ni correspondencia, su amor dio a Cristo, a pesar de nuestra condición de pecado.
En realidad, nadie merecía nada bueno de parte de Dios. La humanidad nunca había correspondido su amor. Sin embargo, él no dejó de amarnos, su amor no cambió, no disminuyó, y nos amó con la mayor muestra de amor, al morir por nosotros.
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:10
También te puede interesar: Jesús restaura por completo tu vida
Dios te ama, aun sin merecerlo
Dios envió a Jesús sabiendo que debía morir en lugar nuestro. Nosotros no éramos buenos, éramos pecadores, apartados de la gloria de Dios, y aun así, Cristo murió en nuestro lugar, debido al gran amor que nos tiene. Así que la sangre de Jesús, es la muestra del grande amor de Dios por ti y por mí.
Piénsalo de esta manera, Dios no tenía por qué rescatarnos, él es Dios, no nos necesita, pero decidió hacerlo porque nos ama. Por eso, en vez de darnos lo que nuestro pecado merecía, él nos mostró su gracia, al poner un sustituto que pagara el precio de nuestro pecado.
“Pero Dios muestra su amor por nosotros en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8
Devocional recomendado: ¿Cómo es el amor de Dios?
El amor de Dios te hace hijo

Cuando unos padres deciden adoptar a un niño, ese pequeño se convierte en un miembro valioso de la familia, y es amado como un hijo biológico, sus necesidades son suplidas y tiene el mismo derecho que cualquier otro hijo.
Por tanto, la adopción es una muestra de amor hacia un niño desprotegido. Así mismo, nosotros sin Dios estábamos indefensos, sin rumbo, como ovejas sin pastor, así que Dios nos amó tanto, que por medio de Cristo, hemos sido adoptados en su familia y ahora él es nuestro Padre.
“Miren cuánto nos ama el Padre, que nos ha concedido ser llamados hijos de Dios. Y lo somos. El mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.” 1 Juan 3:1
Así que ya no estás solo, no tienes que rogar por amor, ni conformarte con el amor condicional del mundo. Dios te ama infinitamente, su amor te acerca a él, te hace hijo y te da el honor de pertenecer a la familia del Rey de reyes, y Señor de señores.
De tal forma que hoy puedes decir, así como el salmista, que aunque tus padres te abandonen, Dios se encargará de ti. Su inagotable amor nunca te dejará, y su bien y misericordia te seguirán todos los días de tu vida.
Por lo tanto, ve a gozar de la abundante vida que su amor proveyó a través de Cristo.
Confesión sobre el amor de Dios
Te invito a decir estas palabras de manera audible:
Dios me ama de manera incondicional, no necesito ganarme su amor. Él ya me ama y por eso Jesús murió en mi lugar. Dios me ama y quiere lo mejor para mí, por eso, Jesús vino a morir por mí. Y por su amor ahora tengo el honor de ser su hijo.
No te vayas sin antes explorar más enseñanzas bíblicas aquí y compartir este blog con tus amigos