Los avaros tratan de hacerse ricos de la noche a la mañana, pero no se dan cuenta de que van directo a la pobreza. Proverbios 28:22
La biblia enseña que el amor al dinero es la raíz de todos los males. No dice que el dinero sea malo, sino que nuestra actitud hacia él es lo que puede ser peligroso.
Hay quienes aman tan el dinero que solo piensan en cómo conseguir más, en como acumular más y satisfacerse así mismo. Y por el afán de enriquecerse muchos se desvían de la fe y caen en el error.
Es por eso que la palabra nos enseña a examinar nuestro corazón y cuidarnos de no depositar la confianza en lo terrenal, pues es solo temporal. En cambio, nos anima a buscar el reino de Dios y su justicia. Lo cual trae beneficios eternos, y bendiciones terrenales.
De manera que no es que Dios diga que las riquezas son malas. De hecho, a través de toda la biblia encontramos que él desea que prosperemos y vivamos bien. Sin embargo, nuestro corazón no debe enfocarse en eso, pues traerá ruina en vez de riqueza.
En cambio, cuando vivimos según la palabra de Dios, podemos disfrutar de su continua bendición en nuestra vida. Viendo como él se glorifica en nosotros y a través de nosotros.
Por lo tanto, no enfoques todas tus fuerzas en enriquecerte. Más bien confía en que si buscas su reino y justicia, él te añadirá todo lo que necesitas, y te bendecirá con tal abundancia que no tendrás suficiente espacio para almacenar su bendición.
Oración: Señor Jesús, ayúdame a guardar mi corazón del amor al dinero. Examina mi corazón y ayúdame a mantenerlo limpio de toda avaricia. Yo busco primero tu reino y justicia, y sé que tú me añades todo lo demás, en el nombre de Jesús. Amén.
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