Conoce el gran beneficio detrás del arrepentimiento

El arrepentimiento es un acto poderoso, que te introduce en el reino de Dios. Cuando Dios nos habla de arrepentirnos, no nos está señalando ni condenando, sino más bien nos está invitando a acercarnos a Él.

De modo que no te despegues de este blog hasta que descubras el insuperable beneficio del arrepentimiento, pues este es uno de los temas más esenciales dentro del cristianismo.

¿Por Qué Hablar De Arrepentimiento?

Desde el principio, Dios creó al hombre con la capacidad de relacionarse con Él. De hecho, la única creación hecha a la imagen misma del creador, es el hombre. Sin embargo, desde que el hombre pecó, perdió la habilidad de relacionarse íntimamente con Dios.

Por esa causa, el Señor ha venido extendiéndole la invitación a la gente para que regresen a Él. Y por ese motivo, Jesús inicia su ministerio predicando:

“Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 4:17). Siendo esta la razón por la cual hablamos del arrepentimiento.

De manera tal que el mensaje de Cristo es una gran invitación para ti y para el resto de personas. Cristo está diciendo que debido a que el Reino de Dios se ha acercado, nosotros debemos arrepentirnos.

Por lo tanto, Mateo 4:17 nos enseña dos cosas importantísimas:

1.El Reino de los cielos se ha acercado: Esto nos muestra que Dios es quien, a través de Jesucristo, ha dado el primer paso de acercamiento. Jesucristo es el único camino que lleva al Padre.

Solo Cristo hizo posible el acercamiento entre Dios y los hombres. Pues Él llevó nuestras culpas y sufrió el castigo de nuestra rebelión. Y de esta manera, con su sangre derramada en la cruz, hizo la paz entre Dios y los hombres (Colosenses 1:20). Por eso su Reino está cerca.

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2. Arrepentirse te introduce en el Reino: Mateo 4:17 nos enseña que aunque el reino de los cielos se ha acercado, nosotros tenemos que hacer algo para entrar en él. Y esto es: arrepentirnos.

Arrepentirse es necesario para poder entrar al reino de Dios

El arrepentimiento no es un tema muy popular, pero es supremamente importante, ya que sin arrepentimiento, no hay entrada al reino.

En este sentido, el Padre tiene los brazos abiertos para todos, su deseo es que nadie se pierda (2 Pedro 3:9), pero para que nadie se pierda, todos necesitan arrepentirse ¿de qué? De vivir una vida alejada de Dios, básicamente de vivir en el pecado.

“Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.” Romanos 3: 23

Todo ser humano ha cometido pecado, ya sea de forma consiente o inconsciente. Y ese pecado, produce que no podamos ver ni disfrutar de la gloria de Dios.

Sin embargo, para esto hay una solución, la cual fue dada hace más de dos mil años: Jesús nos redimió con su sangre, pagando el precio en la cruz, y somos justificados gratuitamente por medio de Él (Romanos 3:24).

De tal forma que el arrepentimiento, te hace entender que habías roto la ley de Dios, que merecías la muerte, pero que Jesús murió en tu lugar. De modo, que aborreces tu pecado, y corres al reino de Dios, el cual se acercó a tu vida, pues Jesús mismo dio el primer paso hacia ti.

De modo que si tú ya hiciste esto, o lo acabas de hacer, tienes vida nueva en Cristo. Tus pecados han sido arrojados al mar, Dios ya no los tiene más en cuenta. Pues ahora, gracias a que te arrepentiste y pusiste tu fe en Jesús, te convertiste en una persona totalmente nueva.

Por lo tanto, ten presente que el arrepentimiento te acerca a Dios, ya que arrepentirse es darle la espalada a tu vida pasada, y darle la cara a Dios para permanecer en Él.

Arrepentimiento Vs. Remordimiento

Es importante que sepas algo, arrepentirse es distinto a tener remordimiento.

Ojo con esto, porque el remordimiento te hace sentir culpable e intranquilo, pero no produce un cambio en tu modo de vivir, e incluso hace que las personas se escondan de Dios.

Un ejemplo es Adán y Eva cuando pecaron. Ellos se escondieron de Dios, pues se sintieron culpables, eso fue remordimiento. Se sintieron mal con respecto a lo que habían hecho, pero intentaron ocultarlo. Sin embargo, Dios les enseña inmediatamente que eso no era lo que debían hacer.

De modo que Dios los confronta, preguntándoles sobre lo que habían hecho. Estas preguntas no son porque Dios ignorara lo sucedido, estas preguntas fueron hechas para que ellos confesaran lo que habían hecho.

De este modo, Dios pudo cubrir su pecado con las pieles de un animal, lo cual representa el primer sacrificio hecho, por causa del pecado del hombre, siendo este una representación del sacrificio de Jesús, que solucionaría el problema desde la raíz. 

En este orden de ideas, el arrepentimiento no se trata de vivir culpándose, sino de lamentar haber pecado, reconocer la falla, y empezar a vivir a la manera de Dios.

Ahora como cristianos, nosotros no practicamos el pecado, es decir, el pecado no es nuestro estilo de vida.

Sin embargo, vivimos en un cuerpo mortal, acostumbrado a pecar, así que aunque evitamos el pecado, es posible que en algún momento fallemos. 

Pero, si pecamos, no podemos vivir culpándonos, ni mucho menos dejarnos condenar. La solución es arrepentirnos cuantas veces sea necesario, porque nuestro Dios no se cansa de perdonarnos. De hecho, nuestros pecados pasados, presentes y futuros ya fueron perdonados en la cruz.

La misericordia de Dios es nueva cada mañana, así que no permitas que el remordimiento por tus pecados, te aparte de Dios. Si pecas, no corras a esconderte de tu Padre, mas bien corre a sus brazos para restaurar tu comunión con Él.

Si te equivocas, puedes arrepentirte. Este arrepentimiento te da crecimiento.

Ten en cuenta: El remordimiento detiene tu crecimiento espiritual, el arrepentimiento potencia tu crecimiento. Y para esto quiero darte este ejemplo, un niño cuando está aprendiendo a caminar, se cae varias veces, pero esto no le impide levantarse y seguir aprendiendo.

Del mismo modo, si te caes, levántate, si tropiezas, no te detengas, si fallas no te rindas. El pecado no es el final de tu historia, cuando sabes que puedes arrepentirte y correr a los brazos de tu Padre.

Por lo tanto, el gran beneficio del arrepentimiento es que nos introduce en el reino y nos mantiene allí.

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Hasta la próxima.

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