Entérate de esto y cambia tu vida

Había una vez, un Señor muy rico, dueño de todo lo que pudieses imaginar. Este Señor tenía un tesoro maravilloso, capaz de cambiar por completo la vida de quien lo encontrase.

Así que el Señor decidió esconder su tesoro y ocultarlo, no con la intención de que no fuese hallado, sino con el objetivo de que solo pudiesen hallarlo quienes se interesaran primero en ser sus amigos. Pues su propósito era compartir el tesoro solo con aquellos que quisieran su amistad.

¿Quieres conocer a ese Señor? Te lo presento, es Dios. Él es ese Señor rico a quien no le falta nada y quien tiene en sus manos el secreto para que tengas vida plena. Ese secreto no fue escondido para nunca ser hallado, fue encubierto para que primero buscaras al dueño y luego encontraras el tesoro.

La palabra de Dios dice que clamemos a Él y Él mismo nos mostrará cosas grandes y ocultas que no conocemos. ¿Quieres saber por qué Dios quiere revelarnos y enseñarnos lo que no conocemos? El propósito es muy simple, mostrarnos el tesoro, el cual es Cristo Jesús, quien nos da vida abundante.

De modo que para tener ese secreto, primero necesitamos conocerlo y para hacerlo, primero necesitamos a Jesús.

Por lo tanto, la condición para obtener el tesoro es acercarse al dueño. De tal manera que Dios quiere que te acerques a Él. Y hay una sola manera exitosa para hacerlo: a través de Jesucristo. Jesús es la puerta de acceso al Padre.

Déjame compartirte algo maravilloso que Jesús dijo en el libro de Juan 10:9 “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.” Quiere decir que Él es la entrada para recibir la salvación de Dios, para andar en libertad y para tener todo lo que necesitamos. Hallar pastos significa que Jesús suple nuestras necesidades.

La plenitud de Cristo llena nuestras necesidades espirituales, intelectuales, emocionales y físicas. El propósito de Jesús es darte una vida plena, pues en Juan 10:10(b) Jesús dice su meta: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” 

Así que el secreto mejor guardado para tener vida plena lo encuentras al entrar por la puerta. Acercándote al dueño del tesoro por medio del único mediador (Jesucristo) quien cambia tu vida, dándote total plenitud para que disfrutes la abundancia de estar en Cristo.

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